LA METAMORFOSIS
Desde el mismo momento en el que se inició su construcción y hasta hoy, con proyectos y equipamientos todavía por ejecutar, el estadio ha vivido un proceso de transformación y mejora en sus prestaciones, siempre bajo el amparo del Cabildo, entidad propietaria del recinto y que, a través de la Consejería de Deportes, ha vertebrado esta metamorfosis y acondicionamiento. La gestión de los diferentes responsables de este departamento, con Gonzalo Angulo como primer cabeza visible, pasando por José Miguel Álamo, Óscar Hernández, Lucas Bravo de Laguna, Ángel Víctor Torres y, en la última etapa, Francisco Castellano, ha posibilitado que se materialicen, de manera paulatina, cada uno de los pasos necesarios para que el Gran Canaria gane en hospitalidad y funcionalidad.
El paso del tiempo así lo acredita y atestigua. Y aunque queda tarea por hacer, los avances son notorios y han procurado a la UD Las Palmas un entorno adaptado a sus exigencias y prestigio. Un acercamiento del público tras la supresión de las pistas de atletismo y la personalización de las gradas, que desde hace años lucen los colores corporativos, constituyen los pasos más visibles de esta modernización que, en su siguiente estación, permitirá albergar ya, de manera definitiva, la sede y dependencias del club, que estarán ubicadas en una de las torres y cumple como corresponde con una demanda histórica largamente esperada.