LAS RAÍCES
CAMPO ESPAÑA Y ESTADIO INSULAR
No hay que esperar a las proximidades del cambio de siglo para certificar los proyectos e ideas acerca de un nuevo y moderno estadio funcional para Gran Canaria. Aún en el ciclo de máxima prestancia del Insular, mitad de los setenta, comienzan a plantearse iniciativas arquitectónicas, en el propósito de darle un nuevo equipamiento a la altura de los nuevos tiempos a la capital grancanaria. Así, el 31 de octubre de 1974, en el periódico Diario de Las Palmas, se recoge esta reseña: “Ayer celebró sesión ordinaria la Corporación Insular. Entre los asuntos tratados, destacan la aprobación del proyecto de construcción del Centro de Tecnología Pesquera y la adquisición de terrenos para la ciudad deportiva, en los que se construirá el nuevo Estadio Insular, destinado a la práctica del fútbol”. Y se especifica su situación geográfica: “Los terrenos son en la cercanía de San Lázaro”. Lorenzo Olarte, entonces presidente del Cabildo de Gran Canaría, se refería a este respecto en los siguientes términos: “El tema del estadio es un tema preocupante debido a la gran afición que existe aquí por el fútbol y al prestigio que las islas han conseguido en este aspecto. Hay que reconocer que se trata de un deporte que indiscutiblemente arrastra grandes masas. El tema debe ser objeto de estudio, y lo está siendo, a fin de determinar si, efectivamente, su solución debe ser acometida por la Corporación. De ser así, no dudará el Cabildo en afrontarlo”.
Poco más de dos décadas después de estos primeros movimientos y manifestaciones, se procedería a colocar la primera piedra del Estadio de Gran Canaria. Una larga espera pero que culminó de la manera pretendida.